miércoles, 12 de agosto de 2009

Crisis Económica en México...¿Porqué tanta confusión?



La mayoría de los mexicanos estamos algo desconcertados por los mensajes que se han transmitido acerca del impacto de la crisis en nuestro país. Inicialmente de desestimó el riesgo por la caída de los principales indicadores quizá con la finalidad de contener la reacción tanto de productores como de consumidores; sin embargo, ahora se lee como un manejo erróneo que genera desconfianza por la incongruencia frente a lo que señalan analistas y organismos económicos y financieros a nivel internacional.
Lo más grave es que parece no existir hasta el momento un plan que realmente esté tratando de tranformar la crisis en oportunidad, se sigue manejando un panorama completamente adverso y sin posibles soluciones de fondo que posicionen al país en la dinámica de crecimiento de las denominadas "economías en desarrollo". No es de sorpender que este conjunto, denominado BRIC (Brasil, Rusia, India y China), no considera la posibilidad de que figure nuestra economía, vislumbrando esto como un atardecer lejano, si tomamos como ciertas las palabras del actual Secretario de Hacienda, Agustin Carstens, quien señaló recientemente que México no participará de la recuperación económica que se experimentará a nivel internacional durante el 2010, según pronósticos de analistas y Jefes de Estado de las principales economías.
¿Porqué el panorama es adverso? Se pronostica una lenta recuperación de los precios del petróleo, lo que tendría un fuerte impacto en un modelo que continúa soportado sobre la base de financiamiento a través de la explotación de este recurso. Se desconoce el ritmo de recuperación de la acividad económica a nivel mundial, lo que provocará un menor dinamismo en el flujo comercial entre los países. La estrategia de encadenamiento productivo se fortaleció en una de las industrias más afectadas, la automotríz, arrastrando a un gran número de agentes económicos a una dinámica de reingeniería para reducir costos productivos, adelgazando sus estructuras y disminuyendo considerablemente la cantidad de empleos registrados dentro de la economía formal. En general, esta crisis sacó a la luz las malas condiciones en que se encontraban un gran número de empresas (incluyendo las instituciones de educación privada), lo que a su vez ha provocado la falta de cumplimiento en el pago de obligaciones de crédito frente a las instituciones bancarias y financieras; así como fiscales, que en algunos casos podía pensarse que han disminuído su efecto adverso al llegar a acuerdos con la SHCP; pero los anuncios recientes han dejado claro que etso ha tenido un impacto negativo difícil de revertir para las finanzas públicas, por lo que se han hecho ajustes significativos al presupuesto de la federación, afectando los objetivos en materias fundamentales como son salud y educación (sobre todo en lo que se refiere a invetigación).
Ahora bien, porqué si en la mayoría de los países se habla de toda una estrategia de apuntalamiento, no sólo para salir de la crisis, sino para recuperar el camino, partiendo de los últimos resultados positivos registrados, en México siempre partimos del dato registrado el día anterior a la conferencia de prensa o al comunicado oficial, lo que simula una recuperación acelerada que pocas veces rebasa el punto de origen al iniciar el periodo de dicha crisis.
Debe reincorporarse a la agenda el tema de calidad y competitividad, lo que permitirá dar congruencia a cualquier plan nacional que se proponga. Se requiere de un compromiso real por parte de todos los actores. ¿Con qué calidad moral pueden opinar los dueños de los grandes capitales si aún cuando pueden figurar en las listas de los más ricos del mundo (Forbes) no figuran en el mismo nivel como empleadores (Best Employers)? ¿Porqué si todos ponemos un peso a través de la labor social que relizan las fundaciones (Teletón, por ejemplo) se logra más que si los tres o cuatro empresarios dueños de los más grandes negocios se propusieran tan sólo autorizar recursos para la realización de un poyecto de tales magnitudes sin considerarlos parte del negocio (escuelas, universidades, hospitales, albergues, investigación y desarrollo)?¿Porqué nuestros gobernantes no pueden diversificar las fuentes de ingreso y se sigue apostando a un modelo que absorve los insuficientes recursos para beneficio de una de las instituciones menos transparente (PEMEX y su sindicato)?¿Porqué seguimos postergando los objetivos en materia de calidad educativa?
Esta es la oportunidad que todos habíamos estado esperando para demostrar que aprendimos de nuestra historia, demostrar que podemos retomar el rumbo para que nuestro país recupere la viabilidad y las siglas del bloque de economías en desarrollo sean impronunciables (MBRIC, BRIMC, BRICM...o como sea), para que situemos nuestros objetivos en el presente y no en un futuro incierto, para sacar a relucir lo mejor de cada uno de nosotros.

sábado, 7 de febrero de 2009

Y la mano invisible?


Este si que es un buen momento para reflexionar acerca de lo que sucede en nuestros tiempos en materia de Economía, recordando que esta ciencia abarca todo lo relacionado con los distintos mercados, en los niveles micro y macro. Y creo que gran parte de nuestros problemas está en no entenderlo así, como la necesidad de estar en busca de un equilibrio permanente o constante, pues ya vieron que si las fuerzas ceden aún hacia los intereses más poderosos, los resultados pueden ser catastróficos impactando no sólo a los vencidos, que normalmente somos la mayoría.

Y es que para quienes estudiamos economía y tratamos de entender todo este rollo, todo obedece a una lógica muy clara. El problema es que además de entender y estar en posibilidad de explicar los problemas observados, hace falta quien esté en posición de tomar decisiones favorables para todos los elementos del sistema. Las fuerzas además de estar encontradas, simplemente obedecen a motivos distintos que generan un verdadero caos que sale de la esfera económica e impacta a la gran esfera social. O acaso debemos sorprendernos de que el gran problema actual se genere por malas decisiones de los manejadores y poseedores de enormes capitales que únicamente buscan maximizar sus utilidades en detrimento incluso del mismo mercado que quizá les dio origen. ¿Qué sucede si por una mala decisión se afectan variables como el nivel de empleo, el valor de la moneda, el índice inflacionario, etc.? ¿No es lógico pensar que se afectará directamente a quienes han generado esos enormes niveles de utilidad a través de las transferencias de dinero en operaciones de compra-venta? Pues sí, es así de simple.

Acerca de lo que han declarado en estos últimos días políticos e intelectuales de todo el orbe, con una cosa estoy de acuerdo: en periodos de crisis pueden surgir enormes oportunidades para posicionarse en la economía global. Esto quizá es posible gracias a la presión que se tiene por tomar decisiones muy importantes en un corto plazo y mejor aún, actuar inmediatamente frente al panorama adverso. En la mayoría de los casos parece que incluso como ente social funcionamos mejor bajo presión. Las grandes potencias son aquellas que pudieron reconstruirse después de las grandes guerras. Las "nuevas economías viables" en Asia, han aprendido de un largo camino de carencias y hoy muestran su fortaleza, incluso en América para nuestro México qué es una crisis después de haber experimentado los efectos del denominado "error de diciembre -1994-1995-", o para Argentina después de los impactantes niveles de hiper inflación. Hoy sufren la crisis económica los países que se dedicaron a pavonearse sobre su posición en el tablero de juego perdiendo la visión estratégica. Esos países que errónamente consideraron que el mundo es estático...esos países que se han visto rebasados por el dinamismo que ellos mismos aceleraron sin importar las consecuencias de sus decisiones.

Y todavía hay gente que se mofa de los grandes pensadores clásicos, pues ese origen teórico es el mismo que no hemos sido capaces de entender y mucho menos de posicionar en este nuevo entorno lleno de novedosos paradigmas. Esa es la razón de que la mano invisible que nos llevaría al pleno empleo de los recursos sea la misma que hoy nos asfixia sin consideración alguna.

ASR