lunes, 10 de diciembre de 2007

Suramérica da pasos importantes contra la dependencia de Organismos Internacionales


Por primera vez, desde que fueron creados el Banco Mundial (1944) y el Fondo Monetario Internacional (1945), se presenta una propuesta alternativa para los países de Suramérica, en esta ocasión se trata de la creación del Banco del Sur promovido por siete países: Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Venezuela y Uruguay. El proyecto tiene previsto un capital inicial de 7,000 millones de dólares, tendrá sede en Caracas y oficinas en Buenos Aires y La Paz.

De este modo, los países socios pretenden terminar con la dependencia financiera y manejar localmente sus inversiones, que actualmente suman más de 250,000 millones de dólares y se encuentran resguardadas en bancos extranjeros. Se analiza también la viabilidad de la unificación de moneda en la región, propuesta que es apoyada por el Gobierno de Argentina, ahora dirigido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Parece ser que nuestros vecinos del Sur desean aprovechar al máximo las ventajas que les da la actual coyuntura económica y de reconfiguración geopolítica. Ahora funcionarios y analistas de nuestro país deben estudiar cuál será el papel de México, ya que frente a este esquema es claro que se define su posición como socio de Estados Unidos y Canadá con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

A pesar de que se ha tratado de suavizar el impacto de las economías de nuestros socios en la dinámica de la economía nacional con la firma de otros acuerdos con los que se pretende diversificar el mercado, concretamente con países de la Unión Europea (UE) y Asia; se hace nuevamente urgente la definición de un proyecto que le dé viabilidad al mercado interno como enclave del crecimiento económico sostenido. Ya que como se ha visto en ocasiones anteriores, no puede dependerse de activos inestables como el petróleo, ya que su precio puede verse afectado por decisiones de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) o bien por factores externos como: conflictos, desastres naturles, etc. Lo mismo sucede con el mercado financiero, el cual ha mostrado que en situaciones que amenazan sus rendimientos, no es leal y puede provocar una crisis por la fuga de capitales especulativos.

México debe apostar por invertir en su capital humano, mejorando los niveles de educación y el apoyo incondicional a los proyectos de investigación y desarrollo tecnológico para evitar la fuga de cerebros. Continuar con el desarrollo en conjunto con la iniciativa privada para la realización de proyectos que tengan un alto impacto social, rebasando el objetivo mediocre de "hacer para vender". Asimismo, continuar con su participación como facilitador en la creación de proyectos de inversión y de negocio, alentando a la inversión nacional y extranjera, pero sin poner en riesgo los bienes y la calidad de vida de los mexicanos.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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