jueves, 6 de diciembre de 2007

Y las condiciones del mercado interno?


Mucho se habla hoy en día de que en México se han logrado diversos objetivos que permiten tener estabilidad Macroeconómica; es decir, que la economía de nuestro país se ha vuelto más resistente a los efectos adversos generados en el exterior. Esto gracias al diseño y la aplicación de una política monetaria restrictiva, que funciona sobre la base del análisis económico exhaustivo realizado por los especialistas del Banco Central. En este ámbito se tienen objetivos muy claros: mantener un nivel de inflación que no rebase los 3 puntos porcentuales, acumulación y manejo responsable de las reservas internacionales y en la medida de lo posible la emisión de directrices que regulen la actividad del sector bancario comercial, que en México se encuentra controlado en gran medida por capitales extranjeros.

En cuanto a la economía interna no se ha dicho mucho o por lo menos no lo suficiente para entender cuál es el rumbo que tomará nuestro país al corto, mediano y largo plazos. Si bien se han experimentado avances en materia de desregulación administrativa (menos trámites y en menor tiempo), de acuerdo a algunos estudios realizados al respecto, no figuramos entre los primeros lugares de aquellos países que facilitan el acceso de nuevos proyectos de negocios.

Para formular políticas exitosas que fortalezcan al mercado interno y que potencialicen la capacidad expansiva de los capitales nacionales, quizá deban retomarse los conceptos descritos por Michael E. Porter (http://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Porter) cuando trata el tema de "La Ventaja Competitiva de las Naciones" (http://www.csf.itesm.mx/saeps/porter.pdf). Recordemos que este académico estadounidense, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard (Harvard Business School), identifica cuatro determinantes de la ventaja competitiva de una nación: 1.- Las condiciones de los factores de producción (infraestructura, mano de obra especializada); 2.- Las condiciones de la demanda (naturaleza de la demanda en el mercado interno); 3.- Condiciones de la industria relacionada y de soporte (presencia o ausencia de empresas proveedoras de insumos); y 4.- Estrategia empresarial, estructura y rivalidad (refiriéndose a la forma en que las empresas son creadas, organizadas y dirigidas, así como la naturaleza de la competencia en el mercado interno).

A decir verdad, existe una gran cantidad de trabajos realizados principalmente por académicos que se adentran al análisis sectorial a nivel local en los diversos Estados de la República; sin embargo, considero que en los documentos de planeación gubernamental las actividades se centran al apoyo de las empresas micro, pequeña y mediana, pero sin dejar claro cuál es la ventaja en nuestro país en algún sector que permita reducir la brecha tecnológica y la dependencia con otros países. Sin duda alguna, hay empresas como CEMEX y MASECA que han atravesado las fronteras para llevar sus productos a otros países en esquemas de expansión y con estándares de calidad nunca antes vistos. Pero esto no ha sido suficiente para potencializar la economía mexicana dentro de los nuevos paradigmas impuestos por la globalización y los tratados internacionales, generando una dinámica en el mercado interno que permita a nuestro país dejar de lado el papel de maquilador, en el cual por cierto no es fácil competir con países como China o Indonesia. Además, en el nuevo sector de procesamiento de información, India rompe todos los esquemas y se convierte en líder; de ahí que en México hay empresas de consultoría que prefieren contratar lo servicios de análisis y procesamiento de datos en ese país.

En pocas palabras, si China crece gracias a la producción de bienes en un esquema que abarata la mano de obra y ofrece una gran cantidad de productos sustitutos. Si India, con una mano de obra especializada, es capaz de convertirse en el principal maquilador de información en el mundo. Entonces me pregunto, México ¿qué ofrecerá al mundo además de tequila y dulces tradicionales?


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